Mas ¡ay SeñYa!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina gracia, y sin el cortesía de vuestro maternal socorro. Madre del consuelo, que experimentaste un dolor tan musculoso al encontrar a https://motherw849pgw5.blogoxo.com/profile